Gusto y olfato durante el embarazo...¿los antojos?

Muchas veces había escuchado sobre el cambio del olfato en el embarazo, sobre el cogerle ascos a algunos olores, pero no lo relacioné con que esto también podría cambiar el sentido del gusto.



Como os he contado anteriormente, desde las 8 semanas de embarazo sufrí de nauseas y vómitos, ahora a mis 24 semanas esto ha disminuido notablemente (por suerte).
Mis cambios en el olfato y en el gusto los empecé a notar también por aquel entonces. Cosas que me encantaban como los cacahuetes o las barritas Kinder Bueno, no las podía ni nombrar (todavía no soy capaz de comerlos, pero el simple hecho de pensar en ellos no me provoca nauseas), el chocolate en tableta, que es el único que me gusta -tartas y demás bollería no me gusta-, simplemente no me apetece; por el contrario me apetece por ejemplo nocilla (o equivalente) o un croissant. El pescado siempre fue una de mis comidas favoritas, sin embargo la carne no es algo que me llame mucho la atención, pues esto también ha cambiado, de hecho la mayoría de veces que tomaba pescado este acababa fuera de nuevo, obviamente lo sigo tomando, pero tiene que apetecerme, si no, sé donde termina. Antojos en si, no es que tenga muchos, si, algunos días me apetece algo dulce, pero no es una sensación de lo necesito ya, y al principio del embarazo tenía muchas ganas de empanada (una de las pocas cosas que no vomitaba), y casi todos los fines de semana preparaba empanada.

En cuanto a la hora de hacer la colada, en cuanto se me acabó el suavizante que suelo usar (porque es el que mejor olor le deja a nuestra ropa), quise comprar el mismo pero no había entonces compré otro que en la tienda parecía que olia bien, el primer día que quise poner la lavadora, me olia como a gasolina, compré otro suavizante distinto y lo mismo (ahora tengo varias botellas empezadas en casa que usaré cuando se acaben estos cambios), y cuando hay el suavizante que me gusta, ya me encargo de comprarlo en cantidades industriales y no esperar a que se acabe (varias veces os conté que en este país no hay mucha diversidad y muchas variedades para escoger, pero creo que nunca os hablé de que a veces se acaban las cosas en los supermercados y pueden tardar fácil 2 semanas en reponer, e ir a otro súper no ayuda, porque normalmente cuando no hay en uno, se ha acabado en todos). Con el detergente me pasa lo mismo, pero suelo usar unas cápsulas y como va ahí encerrado, no paso el mal trago a la hora de poner la lavadora y al salir lavada la ropa huele al suavizante (el que me gusta), con lo cual ahora puedo hacer la colada sin problema.

Vosotras, ¿habeis notado cambios? ¿Teneis antojos?

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