Excursión a Smøråsfjellet
Bueno, pues como he decidido empezar con el blog esta semana, el primer post acerca de viajes y excursiones que realizamos -Rober, Grumpy y yo-, tratará de la excursión del pasado fin de semana a Smøråsfjellet (Fana, Noruega). Obviamente, desde nuestra llegada a Noruega, hemos realizado muchos más viajes y excursiones, pero me dedicaré a escribir de los que vayamos haciendo en el futuro.
El domingo pasado (dado que no tuve entrenamiento de baile deportivo), nos fuimos de excursión a un parque que está a unos 40 min de casa (en coche).
Habíamos visto fotos del lugar en concreto y nos parecía un buen sitio para pasar el día con Grumpy:
A nuestra llegada, vimos que el paisaje era bastante distinto de la idea que nos habíamos hecho. Claro, no se nos había ocurrido que estabamos en invierno y todo estaba nevado. El paisaje era fantástico y el tiempo no podía haber sido mejor.
A Grumpy le encanta la nieve, y disfrutó muchisimo como siempre.
Comimos en una de las cabañas que hay por el camino (hay un montón de mesas y sitios para descansar). Y estuvimos paseando por los diferentes caminos durante aproximadamente 3 horas.
Es un sitio estupendo para ir con niños dado que hay muchas actividades para ellos -toboganes, tirolinas, animales de madera,...-, y el lugar está muy bien acondicionado. La única pega (por poner alguna) es que solamente hay un contenedor al principio del camino, donde el aparcamiento -al menos nosotros no encontramos ninguna papelera en el trayecto-, con lo cual toda la basura que generes (de comida, lo que supone llevar un perro, ...) lo tienes que llevar contigo todo el camino para luego tirarlo antes de subirte al coche.
El domingo pasado (dado que no tuve entrenamiento de baile deportivo), nos fuimos de excursión a un parque que está a unos 40 min de casa (en coche).
Habíamos visto fotos del lugar en concreto y nos parecía un buen sitio para pasar el día con Grumpy:
A nuestra llegada, vimos que el paisaje era bastante distinto de la idea que nos habíamos hecho. Claro, no se nos había ocurrido que estabamos en invierno y todo estaba nevado. El paisaje era fantástico y el tiempo no podía haber sido mejor.
A Grumpy le encanta la nieve, y disfrutó muchisimo como siempre.
Comimos en una de las cabañas que hay por el camino (hay un montón de mesas y sitios para descansar). Y estuvimos paseando por los diferentes caminos durante aproximadamente 3 horas.
Es un sitio estupendo para ir con niños dado que hay muchas actividades para ellos -toboganes, tirolinas, animales de madera,...-, y el lugar está muy bien acondicionado. La única pega (por poner alguna) es que solamente hay un contenedor al principio del camino, donde el aparcamiento -al menos nosotros no encontramos ninguna papelera en el trayecto-, con lo cual toda la basura que generes (de comida, lo que supone llevar un perro, ...) lo tienes que llevar contigo todo el camino para luego tirarlo antes de subirte al coche.
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